No se puede dejar caer a El Ejido

Los invernaderos de El Ejido son la estructura construida por el ser humano más visible desde el espacio exterior, pero tal vez la ceguera de algunos políticos impide reconocer lo que eso significa, y eso, seguro, no lo van a perdonar los ejidenses, como habitualmente han ido haciendo elección tras elección.
El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, ha lanzado un SOS ante la situación crítica que vive su ayuntamiento, y por extensión la que puede vivir la ciudadanía cuando los servicios públicos de competencia municipal comiencen a fallar. Pero a esa llamada angustiosa no ha querido responder el gobierno andaluz, y el partido que le sustenta, el PSOE, lo ha hecho de muy mala manera. Los ejidenses darán cuenta de ello en las urnas, como vienen haciendo sistemáticamente.
Góngora cuantifica la deuda municipal en 360 millones de euros, y para poder hacerle frente ha solicitado a la delegada del Gobierno andaluz, Sonia Ferrer, acogerse a un préstamo extraordinario de 25 millones con el fin de no estrangular el funcionamiento del Consistorio, y además no generar más paro. La respuesta ha sido no, no hay mecanismos de este tipo.
En realidad lo que no hay ni dinero ni ganas. Esa es la pura verdad. La Junta no tiene un euro ni quiere hacer nada por El Ejido, porque como luego dejaría claro Adela Segura, la vicesecretaria de Política Institucional, es una deuda generada por la derecha... así que -parecía querer añadir aunque no lo hizo- ajos y agua.
Góngora pide una ayuda excepcional porque entiende que la situación de este Ayuntamiento es excepcional. Es verdad que hay muchos ayuntamientos que lo están pasando mal, que por culpa de sus actuales gestores o de quienes les precedieron, están endeudados hasta la médula, y a lo más que llegan es a hacer frente al gasto corriente y las nóminas. Pero lo de El Ejido es otra cosa.
Estamos hablando de un Ayuntamiento en el que la deuda generada no ha sido obra únicamente de una mala gestión política, de desaciertos, de asumir competencias impropias, de gastar en fiestas o en proyectos faraónicos... que también ha habido un poco de todo eso, pero en especial se debe a que ha sido saqueado, como lo demuestra la Operación Poniente.
Es cierto que no hay fecha de juicio, y que todos son inocentes hasta que no se demuestre lo contrario, pero hay un dato clave, y es la figura del interventor. Sólo el hecho de que haya podido ser despedido un funcionario de este nivel -ojo, despedir a un funcionario no es precisamente fácil- por los daños que ha ocasionado en su mala gestión -desvinculada de su presunta participación en la trama de corrupción que investiga la Justicia- y que eso haya tenido todos los pronunciamientos favorables en los tribunales dejan claro que lo de El Ejido no es como lo de otros ayuntamientos.
En este ayuntamiento la deuda creció el 300% en sólo cinco años, eso no es normal, y si a eso se añade que los actuales gestores no son los mismos que ocasionaron esta situación, parece lógico pensar que merecen un poco de confianza.
Y es que la excusa de Adela Segura de que la deuda la ha generado la derecha es despreciable. ¿Quiero eso decir que si la deuda la hubiera ocasionado la izquierda sería distinto, entonces sí se debería ayudar?
No sólo eso, es que hace falta tener poca memoria para no recordar que fue el PSOE quien sostuvo a tres diputados del PAL al frente de la Diputación para erosionar al PP del que se habían escindido, hay que recordar que también se apoyó luego en dos diputados del PAL para que no gobernara la lista más votada que era el PP en la Diputación, que fue el PSOE quien también sostuvo al PAL al frente del Ayuntamiento de El Ejido, que fue el portavoz del PSOE en El Ejido quien calificó de "comentarios de barra de bar" lo que luego ha devenido en Operación Poniente, y hay que recordar la fluida relación entre PSOE y PAL reveladas por las llamadas telefónicas intervenidas por orden judicial.
En cualquier caso todo lo dicho no es más que entrar en el juego vil que plantea la también parlamentaria socialista, por que lo realmente importante es quien no tiene culpa de que saquearan su ayuntamiento son los vecinos.
Una vez más el PSOE en El Ejido mantiene la estrategia del cuando peor, mejor; y la historia demuestra que siempre se han equivocado con ella, que incluso prefirieron votar el PP antes que al PSOE, y eso que al PP se le acusaba de ser herederos y copartícipes de todos los males. Los ejidenses decidieron darle mayoría absoluta al PP... pese a todo, y dar cabida a IU de nuevo y a UPyD, porque ambos se batieron el cobre mientras los socialistas ni estaban ni se les esperaban.
El Ejido está en una encrucijada y el PSOE desde la Junta de Andalucía tiene la oportunidad y el deber de ayudarle. Pero no le da la gana. Tal vez prefieren que desde el espacio exterior sólo se divise la Gran Muralla China.

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