Estos plenos participativos

El alcalde dice ¡audiencia pública! y desde la última fila del salón de plenos se levantan un par de manos o tres para intervenir. El ujier le aproxima el micrófono y toma la palabra la primera persona.
-Hola, soy Lola González, de La Voz de Almería, y quería preguntarle a la concejal María Muñiz cuando van a empezar a patrullar los policías de proximidad con las scooter ahora que parece que se han resulto los problemas internos con el superintendente.
Luego coge el micrófono otro miembro del público.
-Buenos días, soy Mari Carmen Callejón, de Ideal, y tengo una pregunta para el alcalde sobre cuando piensan recepcionar el parque del Boticario, y si ha mantenido contactos con la Junta de Andalucía sobre este asunto. Y un ruego también para el alcalde, que pongan mesas para que podamos escribir mejor en los plenos. Gracias.
... No, eso no ha ocurrido ni va a ocurrir, la verdad es que no parecería muy lógico que ese espacio que los ciudadanos tienen para dirigirse directamente a la Corporación y plantearle sus inquietudes fuera aprovechado por los periodistas para preguntar y hacer ruegos. Aunque bien visto, los periodistas no dejamos de ser otra cosa que ciudadanos, y como ciudadanos tenemos el mismo derecho que cualquier otro a intervenir en el punto de "ruegos y preguntas" pero sin duda nadie lo entendería.
Pues algo similar es lo que está sucediendo en los plenos ordinarios del Ayuntamiento de Almería, donde dos partidos políticos sin presencia en la Corporación, monopolizan el turno de ruegos y preguntas, que está pensado para los ciudadanos, no para los partidos y organizaciones políticas. Sí, claro que son ciudadanos, pero existe una diferencia fundamental con el resto de ciudadanos, y es que ellos tienen una aspiración política, absolutamente legítima por otro lado, pero que entra en colisión directa con los auténticos representantes políticos de los ciudadanos, que son los miembros de la Corporación.
Desde el momento en que coge el micrófono alguien del público y dice soy "Laura Rodríguez Carretero, portavoz de UPyD", a lo que podría añadir también (o no) "futura candidata a la Alcaldía de Almería", está haciendo política en un tiempo y en un espacio reservado para quienes son sencillamente ciudadanos anónimos o miembros de organizaciones no políticas (sindicales, culturales, vecinales...) que se interesan por cuestiones de todo tipo pero cuyos fines distan de la aspiración a un sillón al otro lado de donde están.
Llama también la atención además la arrogancia de algunos de esos políticos cuestionando a quienes allí se sientan por mandato ciudadano, cuando tras la sesión mandan una nota de prensa titulara "Equo traslada al pleno las inquietudes de los ciudadanos" (más o menos era eso)... hombre, un poco de humildad. Un poco de humildad porque no he visto yo a ningún ciudadano almeriense preocupado por si hay un mapa del subsuelo de la ciudad, no lo he visto preocupado por el fracking... que no digo que no sean temas importantes, pero desde luego no son "las inquietudes" de los almerienses. Hay que discernir entre lo que a uno le parece importante y lo que a la mayoría le parece importante.
Esa arrogancia también ha tenido reflejo en la portavoz de UPyD que, no contenta con dar lecciones al equipo de Gobierno sobre qué tiene que hacer, en la última sesión pretendió dar lecciones a la oposición sobre cómo ejercerla, y para terminar la jornada se las quiso dar a este humilde periodista sobre como contar las cosas.
Lo peor es que se hace desde el desconocimiento no ya formal, si no del lugar que a cada cual le corresponde en estas cosas. Por ejemplo, se confunde el papel del técnico municipal y el del político municipal a la hora de decidir sobre un proyecto como es el caso del Mesón Gitano: son los técnicos los que dan validez a lo presentado, son ellos los que lo puntúan, y el mejor valorado es el que sale elegido, y aún así -como además parece obvio- existen plazos de reclamación para el resto de candidatos, y luego está incluso el contencioso-administrativo. Sin llegar hasta ahí, hay que dejar claro que no es el político quien decide, ya que el político lo que hace es poner las condiciones que quiere que se cumplan y el fin para el que se hace una adjudicación, el que establece la baremación... pero quien acepta las propuestas y quien las puntúa son los técnicos.
Si eso es tan simple que hizo saltar de sus sillas a la concejal del PSOE y al concejal de IU cuando les acusaron desde UPyD de no advertir en que dos proyectos eran iguales -lo mismo que dijo un mes antes y que siguió reiterando en prensa durante todo ese tiempo-, y se vieron obligados a dejar claras cuales son las competencias de cada uno, no es menos curioso que además, Carretero atribuyera como opinión de este cronista la de los dos ediles... sencillamente por la elección de las palabras utilizadas, ignorando plenamente los entrecomillados y las declaraciones en estilo directo e indirecto. Da igual.
Pero lo peor de estos plenos tan participativos es que muchas veces los asuntos que abordan los políticos agazapados entre la ciudadanía son reiterativos, ya se han abordado y respondido en el propio pleno o en otros, o ha quedado aclarados en la prensa, pero ellos en realidad buscan sus diez minutos de gloria mediática.
Sin tratarse exactamente de políticos, dos miembros -o eso decían, porque claro, a los concejales los tenemos allí y sabemos quienes son, pero de los demás sabemos de ellos lo que ellos mismos dicen- de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca lanzan una proclama sobre los vecinos de las Casas de los Maestros, y empiezan reconociendo que ese caso nada tiene que ver con las hipotecas (son directamente okupas)... pero da igual, ellos iban a contar lo que tenían previsto, es más, les daba igual que el asunto ya hubiera sido resuelto en el pleno, les daba igual que sus demandas ya las hubiera hecho valer IU, que las defendiera también el PSOE y que se alcanzara un acuerdo para resolver la situación de la mejor manera posible. Lo importante era el minuto de gloria.
Al ser en este caso un colectivo social sí cabe que usen ese espacio abierto para interpelar a la Corporación, a pesar de la salvedad que indicábamos, como también tiene sentido que lo hicieran unas trabajadoras que denunciaban una situación laboral concreta relacionada con el Ayuntamiento, o que lo haga una asociación de ciclista, o de discapacitados, o de vecinos de un barrio...
Ahora mismo son UPyD y Equo quienes no se pierden los plenos, pero supongamos que al próximo acude también el Partido Andalucista, y la Agrupación y Unión para el Progreso de Almería, y el Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal, y la Unión Vecinal Almeriense, y Los Verdes-Andalucía Ecológica... todos ellos presentaron candidatura en las municipales... ¿no quedaría desvirtuada esa "audiencia pública"? ¿dónde tendrían participación directa los ciudadanos normales y corrientes, los que no se presentan a elecciones, los que no buscan ser concejales...? ¿deberíamos los periodistas usar nuestra condición de ciudadanos y preguntar también en esa "audiencia pública"?



5 comentarios:

Antonio Perez Cano dijo...

Hacia tiempo que no leia un articulo tan antidemocratico, por no buscar otro adjetivo mucho mas duro que se me viene a la cabeza. Vaya tela eh, como se les ocurre dar pie a la participacion ciudadana!!! Le pregunto yo una cosa: Cual es el espacio de los partidos que, pese a tener la confianza de miles de almerienses, no cuentan con representacion en el Ayto? Esos miles de almerienses no merecen ser representados de ningun modo, ni siquiera en el turno de participacion ciudadana?

raya.joseluis dijo...

Obviamente todos somos ciudadanos, pero el debate es si un ciudadano ha de acogerse a la norma general (pregunta en los plenos ordinarios) o a una particular (sistema para preguntar a los políticos, según tu estatus); en el ejemplo que pones, los periodistas tienen una norma particular para preguntar a los políticos, las comparecencias, las ruedas de prensa, etc…, por lo que no deben utilizar la norma general; es más, no sería lógico que en una comparecencia acudiesen los ciudadanos a preguntar, o si la portavoz de UPyD apareciese en una rueda de prensa para hacer sus preguntas al alcalde. Es por tanto que todos aquellos colectivos o ciudadanos que no tengan su norma particular para relacionarse, para preguntar a sus representantes políticos, tienen el deber y por tanto el derecho a hacerlo a través de la formula general, sus preguntas directas en los plenos.

raya.joseluis dijo...

Obviamente todos somos ciudadanos, pero el debate es si un ciudadano ha de acogerse a la norma general (pregunta en los plenos ordinarios) o a una particular (sistema para preguntar a los políticos, según tu estatus); en el ejemplo que pones, los periodistas tienen una norma particular para preguntar a los políticos, las comparecencias, las ruedas de prensa, etc…, por lo que no deben utilizar la norma general; es más, no sería lógico que en una comparecencia acudiesen los ciudadanos a preguntar, o si la portavoz de UPyD apareciese en una rueda de prensa para hacer sus preguntas al alcalde. Es por tanto que todos aquellos colectivos o ciudadanos que no tengan su norma particular para relacionarse, para preguntar a sus representantes políticos, tienen el deber y por tanto el derecho a hacerlo a través de la formula general, sus preguntas directas en los plenos.

raya.joseluis dijo...

Obviamente todos somos ciudadanos, pero el debate es si un ciudadano ha de acogerse a la norma general (pregunta en los plenos ordinarios) o a una particular (sistema para preguntar a los políticos, según tu estatus); en el ejemplo que pones, los periodistas tienen una norma particular para preguntar a los políticos, las comparecencias, las ruedas de prensa, etc…, por lo que no deben utilizar la norma general; es más, no sería lógico que en una comparecencia acudiesen los ciudadanos a preguntar, o si la portavoz de UPyD apareciese en una rueda de prensa para hacer sus preguntas al alcalde. Es por tanto que todos aquellos colectivos o ciudadanos que no tengan su norma particular para relacionarse, para preguntar a sus representantes políticos, tienen el deber y por tanto el derecho a hacerlo a través de la formula general, sus preguntas directas en los plenos.

Anónimo dijo...

¿Estás diciendo que por culpa de los partidos políticos que aprovechan los plenos ordinarios para plantear sus ruegos y preguntas, los ciudadanos de a pie no pueden ejercer su derecho a realizar lo mismo?