Los tres trabajos de Hércules Rubalcaba

El candidato al Senado por el PSOE Juan Carlos Pérez Navas, me comentaba el día antes del mitin que iba a ofrecer Alfredo Pérez Rubalcaba en Almería, que un miércoles a las doce era fatal, que la mayoría de la gente estaría trabajando, comprando... y se le notaba cierta inquietud por si el Maestro Padilla no se llenaba, pero vamos, se puso a reventar, con gente que no pudo entrar mientras otros ocupaban incluso las escaleras. Un malvado diría que gracias a que esta provincia lidera el desempleo en España había gente desocupada para poder participar en un acto electoral a esas horas un laborable, pero claro, lo diría un malvado, no yo.
Lo que yo digo es que el PSOE tiene una gran capacidad de movilización... pese a la que está cayendo. Allí estaba la práctica totalidad de delegados de la Junta de Andalucía, el subdelegado, alcaldes, concejales... el rector Pedro Molina y el vicerrector Pepe Guerrero (ambos entusiasmados aplaudiendo ¿habrán pedido el día de asuntos propios para ir al mitin?), y aunque eché en falta a personas muy concretas no me atrevo a mencionarlas por si resulta que sí estaban y no les vi.
Ironías al margen, el mitin de Rubalcaba no aportó nada nuevo (¿algún mitin de algún político lo hace?), pero sí que confirmó que es un gran orador, que tiene una gran capacidad para llegar a la audiencia, y que si no fuera por la losa que tiene sobre sí, el PSOE tendría en él un candidato con posibilidades reales de alcanzar la presidencia.
Pero el hecho es que las cosas son como son, y que alguien que estaba llamado a ser toda su vida un culiparlante acabó de presidente del Gobierno central y de secretario general del PSOE, y todo ello justo cuando el tsunami de la crisis económica nos azota con más fuerza.
Rubalcaba aseguró en Almería que tiene tres trabajos por delante, el primero explicar su programa, el segundo explicar lo que pone el del PP, y el tercero explicar lo que no pone el del PP pero que seguro es lo que hará si ganan las elecciones.
Pues bien, si tanto trabajo tiene el candidato, sería bueno que su compañera de Almería Consuelo Rumí -a la que con tanto empeñó quiso poner en la candidatura- se afanara en ayudarle, pero no. Rumí se subió a la tribuna y ni explicó el programa del PSOE, ni el del PP y... si me apuran, entre símiles futbolísticos y otras gracietas, casi se le olvida también contar lo que no pone el programa del PP pero que sí va a hacer... dicen.
Rubalcaba, sin un solo papel pero sin perder el hilo de su argumentación a pesar de alguna que otra interrupción, tiene el problema de su pasado-pasado y de su pasado-presente. Es decir, que no puede decir qué haría para acabar con el desempleo sin explicar porqué no lo ha hecho ya, y más concretamente cuando acometieron la última reforma laboral, no puede contarnos ahora lo malo que es tener la deuda que tenemos cuando quien nos han entrapado hasta las cejas es él, no puede hablar de éxitos en la lucha contra ETA quien sigue sin dar respuestas en el caso Faisán y fue portavoz del Gobierno de los GAL en el que un ministro y un secretario de Estado acabaron en la cárcel, no puede hablar de pensiones quien las ha congelado, no puede hablar de corrupción (de hecho no habla ni una palabra) quien se ha estado sentando junto al campeón Blanco, no puede criticar a los mercados quien precisamente acude día sí y día también a ellos para financiarse porque no tienen un euro, no puede criticar a Alemania quien no ha sido capaz de pedirle indemnizaciones después de lo de la E.coli, no puede exigir que se controle la frontera para que Marruecos no meta más producto del autorizado quien ha sido ministro del Interior, no puede hablar de los malos que son los ricos cuando él y todos los que se sentaban con él cada viernes son millonarios en euros, no puede criticar a las grandes fortunas quien eliminó el impuesto de patrimonio, no puede poner de ejemplo de política de empleo a Griñán cuando Andalucía es la comunidad con más paro, no puede poner como ejemplo el sistema educativo andaluz cuando es el que peores resultados arroja en toda Europa...
Reconozco que fui de quienes pensaba que era un mal candidato, básicamente por esa losa imposible de levantar que tiene sobre sus espaldas, ahora estoy convencido de que si Zapatero no hubiera existido... pero esa es otra historia.
Por cierto, que un mitin como este permite que los viejos amigos se reencuentren, y que incluso se siente juntos en animada charla, como Martín Soler (a quien abrazó Rubalcaba), Juan Carlos Usero y Joaquín Jiménez, y hasta Juan Antonio Segura Vizcaíno.

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