El pepino de Rubalcaba

Rubalcaba no pierde el tiempo. Ha sido montarse el follón de los pepinos, y aquí llega él, a Almería... cuando todo está solucionado, a no se sabe muy bien qué. Ah, sí, a hacerse la foto, que está en campaña electoral.
Rubalcaba es ese hombre que representa la renovación del PSOE, gracias a que no se ha bajado del coche oficial desde que Felipe González lo nombró ministro, allá cuando lo del "No a la OTAN".
Rubalcaba es ese hombre que dice ahora  ¡ahora! que cree saber lo que España necesita, cuando lleva siete años de ministro con Rodríguez Zapatero y sólo vamos a peor.
Rubalcaba es ese hombre que dice que no se siente designado por un dedazo y sí por muchos dedazos, demostrando así que el dedazo de ZP hubiera sido algo menos que inútil para nombrar sucesor (ahí está Carme Chacón, que ella sí tenía dedazo y no sirvió para nada) y eran precisos los dedazos de los barones (que también podría escribirse con uve, puesto que entre tanta paridad socialista, no hay ni una sola baronesa... ni una).
Pues ese Rubalcaba que tiene empantanada la Puerta del Sol desde hace más dos semanas, ese Rubalcaba que ha mirado para otro lado (dejación de funciones se llama eso) cuando la Junta Electoral Central, el Tribunal Supremo y el Constitucional le han dicho que la tenía que desalojar antes de la jornada de reflexión y no lo ha hecho (¿es eso delito?), el que tampoco atiende a las denuncias de los comerciantes particulares y del Comunidad de Madrid para que deje expedito el lugar... pues ese, que tanto trabajo se toma en idear respuestas alambicadas unas veces y otras burdas para no responder ni sobre el caso Faisán ni sobre ningún otro tema sobre el que se le pregunta en el Congreso, pues ese, ese, viene a resolvernos lo de los pepinos.
No sabemos dónde estaba el presidente Zapatero cuando los alemanes cerraron su frontera de modo unilateral a los productos andaluces -que de momento siguen siendo productos del país a cuyo frente sigue- saltándose las leyes europeas; pero ciertamente, ni lo sabemos ni nos importa mucho.
Lo curioso es que ahora que todo está resuelto, que los alemanes han reconocido que la bacteria no estaba en el origen, que la ministra del ministerio y medio (son tres medios ministerios) Rosa Aguilar, y la consejera Clara Aguilera, ya lo tienen encauzado, tan encauzado que también Pepegriñán (sí, ese que apostó por Chacón el día antes de que ésta renunciara a ser candidata a las primarias) ha hablado del tema; pues bien, ahora es cuando Rubalcaba, el ministro del Interior se apunta a la foto del pepino en Almería.
Se dirá que es vicepresidente, y sí que lo es, pero la ministra Aguilar no necesita a nadie (¿tal vez piensan que como es mujer como Chacón no se la puede dejar sola?), y en todo caso podría haberla acompañado la vicepresidenta de Economía (mujer)...  o la de Exteriores (mujer)...
Eso hubiera sido lo lógico, pero qué diablos, el cartel electoral del PSOE bien vale este pepinazo.

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