Griñán ya no necesita a Nono




A experiencia política pocos pueden ganarle en Almería a Nono Amate, y por eso que llegara temprano a la Fiesta de la Rosa no puede ser interpretado sólo como un desajuste horario. Como tampoco puede considerarse un error que en vez de trasladarse hacia el lugar en que debía sentarse, se quedara en la zona de la entrada, justo por todo tiene que pasar todo el mundo... incluido el secretario general del PSOE-A José Antonio Griñán.

Pero no, a Nono no le salió bien la jugada. Seguramente esperaba la llegada de Pepegriñán y fundirse con él en un abrazo de esos que hacen correr ríos de tinta en los bien regados periódicos locales, y que los comentaristas y contertulios, y otros opinadores al uso, buscáramos una vez más las claves de esa cercanía, más allá de que son de la misma quinta.
Pues ni para bueno ni para malo, las escenas de Vélez Rubio se han repetido en esta ocasión, en la que Griñán prefirió entrar por un acceso directo a la primera fila, quedándose Nono compuesto y sin abrazo. Que seguramente lo hubo en otro momento, tal vez, pero ese, a la entrada, ese, el de camaradas (o compañeros), ese no se produjo. Significativo resulta que Nono no estuviera advertido de por donde entraría Griñán
Las cosas en Almería ya están calmadas, calma chicha si se quiere, pero calma al fin y al cabo. La calma que precede a la tormenta, es posible, pero la tormenta de ser, será tras las elecciones municipales; hasta entonces aquí no se mueven ni las banderas.
Griñán ha conseguido cuadrar el círculo en Almería gracias a Nono -entre otros- y ahora sus preocupaciones van por otro sitio: ganar las elecciones municipales en Andalucía, y para eso necesita cada voto. 
Tan cuadrado lo ha dejado, que no se ha producido la espantá en la Ejecutiva provincial que algunos auguraban para antes de este domingo emblemático, y tan cuadrada que en la tribuna de oradores, Pepegriñán no sólo destacó las cualidades del candidato a la capital, Juan Carlos Usero, si no que hasta se permitió el toque emotivo de hacer una referencia a la sufrida esposa del presidente de la Diputación.
Pero hay un detalle que podría ser anecdótico, pero que si lo unimos a otros, deja en evidencia que el actual secretario general del PSOE almeriense, Diego Asensio, seguirá en su puesto, como la secretaria de Organización, la vasca Nerea Hernández, pero que tampoco es que las cosas con ellos estén arregladas.
Sobre el escenario, en la llegada clamorosa del líder, Giñán levantaba entre aplausos la mano de Usero, que a su vez cogía a la inmutable Hernández, pero tuvo que ser Asensio quien le cogiera en un desliz la mano a su secretario general andaluz para levantarla y así salir en la foto oficial.
Asensio estaba espídico, feliz de haberse conocido, o mejor dicho, feliz de que Griñán le haya confirmado a pesar de sus innumerables meteduras de pata. Para él es un tiempo de descuento. Aunque su suerte parece echada, las elecciones municipales dictarán probablemente la sentencia, y el parloteo constante que se traían mientras hablaban el resto de socialistas en el atril, ha debido ser la última advertencia, la de que el PSOE no está para bromas, ni siquiera porque a uno le gusten las marcas de pantalones vaqueros.
Usero no desaprovechó la oportunidad de hacer referencia a unos cuantos que también a él se la tienen apuntada. Y es que desde que Antonio Ruano declaró en Noticias de Almería que si los críticos de los que él es portavoz, no ocupaban en la candidatura el sitio que merecen podrían boicotear la campaña, Usero no ha dejado de hacerle guiños (esa misma noche le llamó para quedar con él... pero que sepamos "no ha podido ser") y el último fue mencionarle en el mitin como persona preocupada por La Cañada. 
Habrá que ver cómo sienta esto a los críticos de la vieja guardia... como Nono... y otros.
Aquí todos buscan cariño, los de arriba, los de abajo, y los de los lados.


(*) Tras la publicación de este artículo, me aclara uno de los aludidos, Nono Amate, que él había saludado a Pepegriñán en la zona de la Autoridad Portuaria, antes iniciarse el acto. De igual modo me indica que si se mantuvo en la zona de la entrada en vez de dirigirse a su sitio fue por estar a la sombra, ya que recientemente sufrió una operación en los ojos y la luz le molestaba en exceso, tanto que incluso se marchó unos minutos antes de acabar oficialmente el acto ya que le lloraban a pesar de las gafas negras que se los cubrían. 

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