Un frío de muerte


Pero qué frío está haciendo en Almería. Por que el clima aún es una de las pocas cosas que escapan al control de los gobiernos, que si no diríamos que están provocando esta bajada de temperaturas para que dejemos de hablar de la crisis... vamos, que el vaho que sale de nuestras bocas no es más que una cortina de humo temporal.
Desde donde estoy se divisan la sierra y el mar cuando los días no se visten tan de gris como el de hoy, pero se adivina que la nieve que ayer ya pintaba las montañas ha ido en aumento, y el aire que baja por estas ramblas infinitas nos trae cañonazos de frío.
Ese frío llega hasta el mar del que han sido rescatados 35 subsaharianos que viajaban en una patera, patera ataúd pues llevaba un muerto dentro. Qué frío debe hacer ahí dentro; dentro del mar y dentro de esas parcas perdidas en el desierto azul, más inhóspito que cualquier otro de arena del que vienen. Qué frío, se hiela la sangre... no es una metáfora.
Aquí el frío deja paisajes nevados, bonitas postales de árboles con chorreras heladas, chimeneas que se lanza su vómito de humo a un cielo tristón, pero que sabemos que más pronto que tarde volverá a lucir su luz espléndida por valles, montañas y playas. Todo lo más, niños que no van a clase por quedar incomunicados, o accidentes de tráfico.
Ah... también saldrán las estadísticas del consumo eléctrico... será otra noticia del frío.
Qué frío debe hacer en Africa. Qué frío que hasta aquí llegan los muertos. Qué frío. Se me hiela la sangre... pero en mi caso, claro, sólo es una metáfora. ¡¡¡Joder, qué frío!!!
Nota: La foto es de Carlos Barba (sin su permiso... sorry!!)

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